Terminator Genisys

Terminator Genesis

Con la nueva entrega Alan Taylor, 2015), estrenada en la cartelera nacional el pasado viernes, se busca reiniciar la saga desde cero, por lo que entra en la categoría de precuela-reboot.



La saga cinematográfica Terminator, iniciada hace poco más de tres décadas, desarrolló varios de los grandes temas de la ciencia ficción moderna, tales como la interacción hombre-máquina, los peligros de la tecnología y los viajes en el tiempo.  Las dos primeras películas, estrenadas en 1984 y 1991 respectivamente, con Arnold Schwarzenegger en el papel principal y James Cameron en la dirección, están consideradas unánimemente las mejores de la franquicia y clásicos del cine en su género. A ellas siguieron una tercera (2003) y una cuarta parte (2009), así como una serie de televisión de dos temporadas (2008-2009),  que la crítica y los cinéfilos no consideraron a la altura de sus predecesoras.

Con Terminator Genisys (Alan Taylor, 2015), estrenada en la cartelera nacional el pasado viernes,  se busca reiniciar la saga desde cero, por lo que entra en la categoría de precuela-reboot. Su argumento, al menos inicialmente, bebe de las dos primeras cintas mencionadas: en un futuro signado por la guerra entre los humanos y las máquinas, éstas últimas buscan evitar el triunfo de los primeros enviando a un cyborg T-800 (Terminator) al pasado, más concretamente a 1984, para asesinar a Sarah Connor, la madre del líder de la resistencia, John Connor, quien a su vez envía a su mano derecha y futuro padre, Kyle Reese, para evitar el crimen.

Pero las similitudes terminan aquí: Reese parte al pasado con varias expectativas que, para su sorpresa, vuelan por los aires cuando conoce a Sarah: no solo no es la joven miedosa y desvalida que esperaba hallar, sino que por un lado ya esperaba su llegada, y por el otro está acompañada de un T-800 envejecido (Schwarzenegger de nuevo, por supuesto), que funge como su padre protector y a quien llama cariñosamente "Pops". Por si fuera poco, John Connor aún tiene un papel determinante que cumplir en el desarrollo ulterior de la historia. Y no será precisamente el que espera la audiencia familiarizada con dicho personaje...

Si algo caracteriza al cine taquillero de nuestra época es una tendencia cada vez más marcada a revisitar sagas de probado éxito en el pasado, sin dejar de lado la reflexión nostálgico-irónica sobre el inevitable paso del tiempo, el ascenso de nuevos actores y la consiguiente pérdida del impacto de las cintas originales. Es el caso de, entre otros, Jurassic world, actualmente en cartelera, y del film que nos ocupa.

 "Viejo, no obsoleto", dice el Terminator de sí mismo más de una vez durante el metraje. Y esa es quizás la premisa de la película: la saga aún no está agotada, por más que los años no pasen en vano. Terminator genisys es consciente de ello: no faltan las críticas al dominio de la tecnología y las pantallas en el mundo de hoy, al considerar esta realidad como una antesala al temido dominio de las máquinas sobre la especie humana. La Sarah Connor aguerrida encarnada por Emilia Clarke, mejor conocida por su rol de Daenerys Targaryen en la serie Juego de tronos, se aleja totalmente de la "damisela en apuros" de la primera entrega de la franquicia, pero al mismo tiempo se emparenta con la Sarah combatiente de la segunda; a su lado, el Kyle Reese interpretado por Jai Courtney luce bastante descolorido. Y para rematar, la ya complicada madeja de paradojas temporales acumulada en los filmes anteriores alcanza aquí unas cotas que en algunos momentos podrían calificarse de autoparodia. La escena de la pelea cuerpo a cuerpo entre los dos T-800, el joven y el viejo, basta para corroborarlo.

La crítica no ha sido benevolente con esta quinta aventura del cyborg futurista, y se ha referido, entre otros defectos, a su poca originalidad. Pero puede que ese sea precisamente el principal atractivo de la cinta: su falta de pretensiones, al poner el entretenimiento y la pura acción ante todo, pisando fuerte el acelerador hacia el futuro sin dejar de recordar, homenajear y hasta reírse del pasado. Por el momento, ya se baraja la posibilidad de dos nuevas secuelas para 2017 y 2018. Tal vez el viejo robot no esté obsoleto. Al menos no todavía.

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